Antonio Pasquali en el Nacional

EL NACIONAL – Domingo 26 de Abril de 2009
 
Siete Días
¿Prepara Chávez otro 1962?

ANTONIO PASQUALI

Donde gobiernos facciosos manipulan la información, como lo haría un estado mayor en guerra, con opacidad, diversivos y acceso vedado a fuentes públicas, es deber deontológico de columnistas, investigadores y científicos sociales arriesgar, mientras puedan, un retroceso de la tesis a la hipótesis, incluso a la sospecha verosímil, como recursos falibles pero no ilegítimos para seguir descifrando falsificaciones oficiales.

La hipótesis es que tras su zarabanda de violaciones a la Constitución, criminalización de todas las libertades, 2.810 horas de prédica radiotelevisiva, 475 días en el extranjero y otros variopintos impromptu, la única variable independiente en Chávez es su delirio militarista: crear un Vietnam latino con él de Giap y disponer de una force de frappe propia, a la francesa, que reproduzca exitosamente el espeluznante episodio de los misiles rusos en Cuba de 1962. Rosales y Ledezma de entretenimiento para restar visibilidad a los explosivos acuerdos secretos con Irán, el armamentismo y el cáncer guerrillero-militarista saturando el organigrama del Estado. Un delirio anunciado por Chávez el 10-11-2005 al vicepremier ruso Zhukov: «Un día todo esto explotará(…) y América Latina será lo que Rusia no pudo ser», confirmado por Alí Rodríguez el 19-042008: «Aquí resurge el sueño de la Unión Soviética» y de doble componente: una improbable guerra de guerrilla y algo tan clásico y alucinante como un deterrent. Una tesis de fachada, el guevarista «Uno, mil Vietnam», y otra iraní en la manga, el despliegue de una fuerza disuasiva balística convencional o tal vez nuclear.

Hay tractores y bicicletas iraníes de señuelo, pero los 62 millardos cancelados en un quinquenio a Rusia, Irán y Bielorrusia son básicamente gasto militar. Lo del uranio es cada día menos top secret, toda la minería acaba de pasar a manos de la Guardia Nacional, el sur está militarizado, pulula de rusos e iraníes y hay bunkers en construcción (un helicóptero ruso cayó hace poco en San Ignacio de Yuruani). A iraníes concedió la Pdvsa del hermano de Illich un área de petróleos extrapesados (tecnología que no manejan) a cargo, se dice, del jefe de espionaje iraní en el país. La sorpresiva estatización de acero y cementos garantizará discreción total a la hora de desviar grandes cantidades de tales productos, por ejemplo a la construcción de silos balísticos, y la militarización de aeropuertos, puertos, autopistas y vialidad agrícola hará indetectable la entrada, salida y tránsito de material sensible.

El único avión de larga distancia de Conviasa mantiene un sigiloso puente aéreo con Teherán; hace poco fue sorprendido en Damasco con material bélico no convencional. El misil iraní Saphir 2, estrenado en febrero pasado, sobrevolaba exitosamente la costa oriental de Estados Unidos a la hora 10 minutos de su lanzamiento, y ya se habla de una fábrica de cohetes en Guayana, supervisada por una CVG de guerrillera fidelidad al régimen. En 2006, Chávez compró entre 5 y 9 submarinos rusos Varshavianka y Amur, indetectables y dotados de 10 lanzamisiles; antes había intentado adquirir capacidad compartida en un satélite espía, hasta que la empresa israelí Imagesat supo quién era el comprador.

El satélite Venesat 1 dual (o sea cívico-militar, en declaración del ministro Navarro de 18.03.2008), inerte a los 6 meses de lanzado, está en blackout informativo, y asimismo el tendido (¿por otra empresa china?) del sobredimensionado cable submarino de 640 Gb/seg. La Guaira/La Orchila/Siboney; pero se informa ¡vaya coincidencia! que los rusos reabren y repotencian la gigantesca base de espionaje electrónico de Lourdes (Cuba), con lo que el nexo Venesat1-Cable-Lourdes se vuelve hipótesis fuerte. El ex agente cubano Huberto M. Hernández declaró hace meses que Ángel Gámez, del G2, oficialmente «empresario de buceo», estaba a cargo del terminal La Orchila (cuya pista pudiera alargarse), convertida en centro de espionaje de Internet y de operaciones submarinas.