Bilbao

Ciudad industrial. Ciudad moderna. Ciudad lluviosa. Ciudad vibrante. Ciudad austera. Mil caras y mil nombres. Lo nuevo se mezcla con lo viejo.

Su Guggenheim es el termómetro de la ciudad. Con cada hora del día luce un traje diferente. Con cada exposición determina el humor de la temporada. La de esta e´poca del año fue sin duda la gran retrospectiva del impactante Egon Schiele.

Bilbao pasó de ser una ciudad donde había que limpiarse el hollín de la cara a una villa muchas veces lluviosa pero diáfana.