Cambrils tiene un  festival de música que se encuentra en su 35a entrega. Las presentaciones se llevan a acabo en diversos espacios: Parc Sama, la cripta de la Ermita (un bello espacio rescatado de la antigua Ermita de la Iglesia de Santa María del Camí) y el castell de Villafortuny, entre otros.  Este año hemos asistido a varios conciertos y hasta ayer habíamos quedado poco impresionados por los artistas.

Pero lo bueno se deja esperar y anoche  – viernes 7 de agosto-  tuvimos la fortuna de asistir a la presentación de dos grandes artistas, José Montón ( guitarra) y Olvido Lanza ( violín).

Por separado, cada uno es una estrella que brilla en el firmamento. Juntos,  interpretan música que discurre entre el mundo del flamenco  (de donde viene Montón) y el clásico ( el de Lanza).

La compenetración de ambos en el mundo musical del otro hacen que cada pieza que interpretaran fuera una  joya, donde la maestría y habilidad flamenca de Montón se complementara con arte de embrujo de Olvido, capaz de interpretar -con la fuerza y porte de su mundo clásico-  melodías sobrecogedoras de reminiscencia árabe, verdaderos cantos de sirena mediterranea.

No podía faltar una pieza de inspiración latinoamericana, donde el mundo de los instrumentos de cuerda tuvo, tiene y tendrá la clara huella morázabe.