Cork: con C de Color

Visitar Irlanda es una experiencia llena de sorpresas. Se pasa de lo mundano a lo trascendente, de lo sencillo a lo majestuoso. Fui en esta primera expedición con algunas ideas preconcebidas, algunas acertadas y otras no tanto.

Entre las erradas estuvo el color. Si, el color de Irlanda. Tenía en mi imaginario que Irlanda es verde. Verde Saint Patrick, verde pradera, verde bosque-con-gnomo.

Cual sería mi sorpresa cuando llegué a Cork. Si bien alguna vidriera estuviera engalanada con estridentes souvenirs para el día del Santo Patrono, esta ciudad es un verdadero Pantone. No falta un solo color  que se combinan entre ellos de la manera mas transgresora y desenfadada.

Su gente está a la altura del decorado: ligeras, amables …Easy going. Como es de esperarselo. Una sociedad que cohabita en este arco iris lleva una luz interior especial.

Camino a buscar el coche para dejar esta simpática ciudad, un viejo y amable corquiano (?) leyó en nuestras frentes la etiqueta de turistas y nos acompañó hasta el garaje narrando historias de la vieja ciudad muchas veces destruida y siempre renaciente como el ave Fénix.