Écija, la sartén de Andalucía

La sartén de Andalucía. Esa es la tarjeta de presentación que se nos dio cuando dijimos que iríamos a Écija. No sería ni remotamente suficiente para desanimarnos. Allá nos esperaba S., el criador de perros de agua español, quien nos iba a entregar nuestro pequeñin U.

De modo que nos fuimos conduciendo desde Cataluña por una carretera que resultó sumamente grata. La sorpresa nos la dio Écija. Quedamos impactados por su belleza. Es una ciudad grata, amigable, llena de rincones sorprendentes. Un clima delicioso (fuimos a comienzos de otoño…). Se respira un profundo catolicismo mezclado con dulcería de convento.

Nos trajimos de vuelta un excelente aceite de la zona y por supuesto, al nuevo y peludo miembro de la familia…