Los libreros son una rara especie en extinción. No en vano el primer vendedor de libros en España es la cadena de supermercados francesa Carrefour.
De allí la certeza que ser invitados a cenar con un librero como Javier Marichal (de la librería Estudios, en Caracas), se hacía una oportunidad “única se non rara”.
Volviendo al tema Carrefour, agrego que no siento ninguna animadversión en que se coloque en el carrito de las compras -entre una pata de Jabugo y una docena de yogures- la última novela de Stieg Larson. La desmitificación del libro debería, en definitiva, mejorar los maltrechos índices de lectura.
Pero aquella cena vasca en casa de mi querida Carola De Ituarte prometía satisfacciones inconmensurables de cuerpo y alma.
En una mesa donde cada comensal aportó su maleta de arraigos y desarraigos, los temas inmigración y “otredad” tuvieron la mesa servida. Javier no tardó en recomendar los libros de Shaun Tan ( www.shauntan.net ), en particular, “Emigrantes”.
A decir verdad, nos hizo saber que lo publicado por la editorial Barbara Fiore (http://barbara-fiore.com ) valía su peso en oro.
Para los que si me conocen, el cálculo de los minutos que me tarde desde que me bajé del avión hasta llegar a la librería a buscar los libros debe ser bastante acertado….
Mi primera adquisición- y con toda seguridad no la última- fueron los libros “Emigrantes” y “Cuentos de la Periferia”.
El primero es un libro sin texto, donde el lector es llevado por un mundo de imágenes donde todo es y no es y podría ser. Es el transito hacía una nueva vida llena de incógnitas y códigos que deben ser interpretados e internalizados por todo aquel que decide realizar un cambio. En un andar por reminiscencias de carácter onírico por el mundo por el que se transita y transforma.
La belleza de las imágenes y los innumerables detalles de cada ilustración merecen una relectura pausada y disfrutada.
“Cuentos de Periferia” toca, a través de los recursos de la literatura fantástica, temas de la cotidianidad como la incomprensión a lo extraño. El cuento “Eric” es, a ese respecto, de una belleza infinita.
Si los mismos nos reuniéramos nuevamente alrededor de alguna mesa, Shaun Tan seguramente sería comensal de honor de nuestras infinitas y divertidas tertulias.
Pero entonces, con toda seguridad, Javier nos volvería a regalar alguna nueva sugerencia que abriría muchas nuevas y desconocidas puertas.