George Orwell: el hombre honesto

CRÍTICA: EQUIPAJE DE BOLSILLO
Un hombre honesto
GUILLERMO ALTARES 08/08/2009
Aunque nadie firma los artículos (tal vez precisamente por eso), la revista británica The Economist es una de las publicaciones mejor escritas y con un lenguaje más cuidado del panorama periodístico internacional. Su libro de estilo, disponible en Internet y muy recomendable, comienza con el siguiente párrafo: «La claridad en la escritura refleja la claridad en el pensamiento. Piensa lo que quieras decir y entonces dilo tan simple como sea posible. Y siempre ten en mente las seis reglas elementales de George Orwell (Politics and the english languaje): 1. Nunca uses una metáfora u otro juego de lenguaje que hayas visto impreso. 2. Nunca uses una palabra larga si puedes utilizar una corta. 3. Si puedes cortar una palabra, córtala. 4. Nunca utilices el pasivo si puedes utilizar el estilo directo. 5. Nunca utilices una palabra extranjera, un término científico o extranjero si puedes emplear un término actual. 6. Rompe estas reglas cuando sea necesario».
George Orwell
Orwell en España / Que no muera la aspidistra
Tusquets. Barcelona,
2009. 460 páginas. 10,95 euros
307 páginas. 8,95 euros.
No es casualidad que The Economist arranque sus principios con George Orwell (1903-1950). De hecho, el escritor británico, autor de dos metáforas universales sobre el totalitarismo, Rebelión en la granja y 1984, debería ser uno de los referentes para cualquier periodista. Como explicó Timothy Garton Ash, uno tiene siempre la impresión de que Orwell trata de decir la verdad, que hace enormes esfuerzos para ser honesto, para superar sus prejuicios, su visión del mundo y describir las cosas como son. Y en ninguna obra queda tan claro como en Homenaje a Cataluña, que Tusquets acaba de reeditar en bolsillo dentro del volumen Orwell en España. Esta editorial también ha rescatado su sátira Que no muera la aspidistra.
Orwell viaja en 1936 a España para sumarse a la lucha contra el fascismo y descubre la Barcelona revolucionaria del principio de la guerra. Alistado en la milicia trotskista del POUM, lucha en el frente de Aragón hasta que el partido comunista, dominado por Stalin, decide acabar con ellos y lanzar una guerra dentro de la guerra. Orwell se salva por los pelos y logra escapar a Inglaterra. Y, sin embargo, al final de Homenaje a Cataluña, le dice al lector: «Tenga cuidado con mi partidismo, con mis detalles erróneos y con la inevitable distorsión que nace del hecho de haber presenciado los acontecimientos sólo desde un lado». ¿Qué autor es capaz de decir al lector: ten cuidado, porque soy parcial? Eso es lo que le convierte en el más fiable, porque la claridad lingüística de Orwell refleja sobre todo una claridad moral que nace de la duda.
George Orwell

George Orwell

Un libro sobre Orwell y sus preceptos sobre la escritura. Grandes ideas en formato pequeño.

En épocas de vigilancia, 1984 sigue más vigente que nunca.
Les copio esta crítica literaria de Guillermo Altares y las profecias sobre la videovigilancia por Tim Robbins
CRÍTICA: EQUIPAJE DE BOLSILLO
Un hombre honesto
GUILLERMO ALTARES, El País, Babelia,  08/08/2009
Aunque nadie firma los artículos (tal vez precisamente por eso), la revista británica The Economist es una de las publicaciones mejor escritas y con un lenguaje más cuidado del panorama periodístico internacional. Su libro de estilo, disponible en Internet y muy recomendable, comienza con el siguiente párrafo: «La claridad en la escritura refleja la claridad en el pensamiento. Piensa lo que quieras decir y entonces dilo tan simple como sea posible. Y siempre ten en mente las seis reglas elementales de George Orwell (Politics and the english languaje):
1. Nunca uses una metáfora u otro juego de lenguaje que hayas visto impreso. 2. Nunca uses una palabra larga si puedes utilizar una corta.
3. Si puedes cortar una palabra, córtala.
4. Nunca utilices el pasivo si puedes utilizar el estilo directo.
5. Nunca utilices una palabra extranjera, un término científico o extranjero si puedes emplear un término actual.
6. Rompe estas reglas cuando sea necesario».
No es casualidad que The Economist arranque sus principios con George Orwell (1903-1950). De hecho, el escritor británico, autor de dos metáforas universales sobre el totalitarismo, Rebelión en la granja y 1984, debería ser uno de los referentes para cualquier periodista. Como explicó Timothy Garton Ash, uno tiene siempre la impresión de que Orwell trata de decir la verdad, que hace enormes esfuerzos para ser honesto, para superar sus prejuicios, su visión del mundo y describir las cosas como son. Y en ninguna obra queda tan claro como en Homenaje a Cataluña, que Tusquets acaba de reeditar en bolsillo dentro del volumen Orwell en España. Esta editorial también ha rescatado su sátira Que no muera la aspidistra.
Orwell viaja en 1936 a España para sumarse a la lucha contra el fascismo y descubre la Barcelona revolucionaria del principio de la guerra. Alistado en la milicia trotskista del POUM, lucha en el frente de Aragón hasta que el partido comunista, dominado por Stalin, decide acabar con ellos y lanzar una guerra dentro de la guerra. Orwell se salva por los pelos y logra escapar a Inglaterra. Y, sin embargo, al final de Homenaje a Cataluña, le dice al lector: «Tenga cuidado con mi partidismo, con mis detalles erróneos y con la inevitable distorsión que nace del hecho de haber presenciado los acontecimientos sólo desde un lado». ¿Qué autor es capaz de decir al lector: ten cuidado, porque soy parcial? Eso es lo que le convierte en el más fiable, porque la claridad lingüística de Orwell refleja sobre todo una claridad moral que nace de la duda.
George Orwell
Orwell en España / Que no muera la aspidistra
Tusquets. Barcelona,
2009. 460 páginas. 10,95 euros
307 páginas. 8,95 euros.
Tim Robbins revisará en el Poliorama la profecía de George Orwell de la videovigilancia
¿Por qué el actor y director considera la presentación en Barcelona de su ´1984´ la más simbólica de su gira?   |  «Ojo, la cámara vigila los actos, pero la red vigila nuestros pensamientos»  |  La publicidad de ‘1984’ busca suscitar debate sobre la videovigilancia
MARICEL CHAVARRÍA | Barcelona  | 08/08/2009 | Cultura
A Tim Robbins le interesa la vinculación de George Orwell con Barcelona, de ahí que la representación en la capital catalana de su particular montaje de la profecía orweliana de la videovigilancia, 1984, del 30 de septiembre al 4 de octubre, no vaya a ser una más de la gira de la compañía teatral Actor´s Gang. El hecho de que el autor de Homenaje a Catalunya, cronista y novelista británico comprometido con su época, irrumpiera en la Barcelona de la guerra civil española, en diciembre de 1936, alistándose a la variante antiestalinista de obediencia trotskista POUM, convierte la ciudad en lugar paradigmático.
Tim Robbins, que presentó 1984 en el 2006, tras su polémica sátira de la ocupación estadounidense de Iraq (Embedded),subraya la vigencia de esta antiutopía imaginada hace más de medio siglo. Una novela que extrapola prácticas de la Unión Soviética y de la Alemania nazi, además de experiencias de Orwell en la Guerra Civil, y que introdujo el concepto del omnipresente y vigilante Gran Hermano.
«Vivimos en una sociedad que sanciona la tortura – ha dicho el actor-,que se ha dotado de prisiones secretas donde retenemos a prisioneros anónimos sin representación legal. Tenemos una prensa que recientemente funciona como brazo propagandístico del Estado… como decía Molly Ivins (conocido cronista estadounidense), ¿por qué demonizamos la Unión Soviética si vamos a convertirnos en ella?».
Robbins ha decidido dar realce a esta escala que hará su pieza teatral en Barcelona – justo después de recalar en Madrid, y previamente a su estancia en Vitoria-,con una campaña de comunicación que suscite debate social acerca de la videovigilancia. «¿Sabía que tres de cada cuatro ciudadanos en Catalunya ven bien que se les vigile?». Es una de las preguntas que aparecerán en carteles por las calles de la ciudad.
«A medida que investigamos, vimos la vigencia excepcional del texto de Orwell», afirma Jordi Martínez, uno de los responsables de la campaña que está realizando para el actor y director la agencia de comunicación SCPF de Barcelona. «Tim Robbins ha ido más allá y ha puesto al día la profecía: ´Cuidado – ha dicho-,la cámara es grave, pero sólo vigila nuestros actos; controlando nuestros correos electrónicos se vigilan nuestros pensamientos´».
El protagonista de Mystic River se ha prestado a rodar un spot para la ocasión, poniendo énfasis en la capacidad de las empresas para conocer nuestros gustos y necesidades a través de la vigilancia electrónica. SCPF ha rodado también un vídeo – es una campaña para la red-en el que un ciudadano anónimo cuenta el número de cámaras que encuentra al salir de casa: en el supermercado, en el cajero, en la calle… una permanente vigilancia que forma ya parte del paisaje urbano. Además, de la fachada del Poliorama colgará un gráfico con los datos reales de la vigilancia.
La apuesta simbólica de Robbins por el Poliorama está justificada. Pocas veces un autor habrá sido representado en un teatro tan vinculado a su propia biografía. Porque ni en sus más utópicos sueños podía imaginarse el joven Orwell que una obra suya iba a ser representada en una sala (el Poliorama era entonces un cine) que se encontraba justo debajo del puesto de tirador en el que estuvo durante tres días y tres noches con un fusil Mauser entre las manos.
El episodio lo narra el propio Orwell en su Homenaje a Catalunya. El espectador que se acerque a ver el montaje de Tim Robbins de 1984 debe saber que en la cúpula del edificio modernista que alberga el teatro se apostó el revolucionario Orwell junto a otros camaradas del trotskista POUM. Habían recibido la orden de vigilar desde allí la sede principal del partido, situada en el otro lado de la Rambla, un local cuyo nombre ha sobrevivido también al paso del tiempo: el Café Moka. La cafetería había sido tomada por los guardias de asalto después de apropiarse del edificio de Telefónica en la plaza Catalunya.
Y su siguiente objetivo eran los locales del POUM.
Corría mayo de 1937. Las instituciones y formaciones políticas partidarias de la legalidad republicana decidieron liquidar los espacios de poder en manos de los sectores más revolucionarios, como el POUM y una parte de la CNT. Así fue como se vio envuelto el futuro escritor en los incidentes conocidos como los Fets de Maig, hechos que recrea libremente Ken Loach en su película Tierra y libertad,inspirada en la peripecia del joven Orwell.
El Poliorama prevé anunciar su espectáculo ante los medios en la plaza George Orwell, precisamente el primer enclave barcelonés que fue dotado de cámaras.