El verano es época de festivales: de teatro, de danza, de música… La oferta es infinita: el límite lo pone el tiempo libre con el que se cuente, los fondos disponibles y la distancia para llegar al lugar del evento.
La agenda catalana de esta temporada es absolutamente impresionante. Entre ellas, el Festival Grec, que trae todos los años una selección de teatro, música, cine y danza.
Hemos tenido la suerte de contar, para este año, con las sugerencias de un buen amigo, hombre de teatro, FCP, que nos ha dado las recomendaciones de los siguientes espectáculos.
La Tossuderia (La Terquedad), del argentino Rafael Spregelburd y puesta en escena por su compatriota , el director y actor Marcial di Fonzo Bo. La vimos en el Teatre Lliure (19/6/2011)
El montaje es una adaptación del original, basada en la mesa de los 7 pecados capitales de Hyeronimus Bosch. Esta obra teatral ,en particular, trata de la ira y , según su director, » es una cartografía de la moral de finales del siglo XX» .

IRA: dos campesinos borrachos riñendo a la puerta de una posada, con jarras de bebida y uno de ellos es detenido por una mujer, mientras el otro tiene un banco en la cabeza.
La obra está ambientada en un pequeño pueblo valenciano el último día de la Guerra Civil Española . En ella se presenta un mismo período de tiempo que inicia a las 5 de la tarde (hay un reloj que así lo indica) que luego se repita como segundo acto ( que en realidad no es tal ya que se trata de misma historia con inicio a la misma hora ) pero esta vez la vista es desde otra habitación. La misma escena se repetirá en un tercer acto, con vista desde el jardín y reiniciando nuevamente a las 5 de la tarde. La escenografía giratoria permite al espectador ver una misma narración desde tres ángulos distintos.
Este recurso escénico hace de esta obra algo único y extraordinario. Coloca al espectador a replantearse continuamente la situación presentada. Como si fuera poco, las tres visiones son necesarias para reconstruir la historia con lo que queda evidente que la visión monocular que tenemos en el día a día nos genera una realidad parcial.
No suficiente con esto, la trama tiene como personaje central a un inspector de policía (interpretado magistralmente por el propio di Fonzo) que ha inventado un idioma («el katak») que desea legarle al mundo, una especie de idioma único que permita la comunicación entre todas las personas y , a la vez, impida toda disidencia.
El diálogo entre el cura y el brigadista internacional de Liverpool pone en evidencia cuan símiles llegan a ser las ideologías extremas.
Para mayor complejidad, la obra – co producida con el Teatre des Lucioles- es interpretada en francés, español, valenciano y «katak» con subtítulos en catalán. Los casi 20 roles están a cargo de 8 actores que interpretan personajes cuya postura política no está del todo clara. Cabe destacar la impresionante interpretación de Judith Chemla que hace el papel de uno de los personajes más fascinantes, la hija enferma del inspector Jaume Planc (Marcial di Fonzo Bo).
Una obra que impone una verdadera gimnasia mental, exigente, que deja al espectador agotado pero altamente satisfecho.