Abro los ojos y allí está. No tengo que estar presente en esa pequeña sala de baño para visualizar esa litografía de la ciudad utópica. Tiene muchos años allí.
Hay templos, iglesias, palacios y, lo más importante, la gran plaza central, ese gran espacio público que une a todos los edificios que la rodean.
Alguno de los palacios de este afiche deben haber sido diseñados por el Palladio, el gran arquitecto nacido en Padova pero vicentino de corazón. En una retrospectiva que hubo hace poco menos de un año en Londres dedicada a este artista, habían cuadros de Canaletto dedicados a las construcciones utópicas del Palladio. Las que debieron ser construidas pero nunca llegaron a serlo.
La litografía ha estado en casa de mi papá desde que tengo memoria.
Sus ideas sobre utopia y ciudad también.