Antonio Muñoz Molina reseña esta semana, en su artículo de Babelia, la exposición que se está llevando a cabo en el New York Botanical Garden (http://www.nybg.org./) dedicada a la gran poetisa norteamericana Emily Dickinson.
Entre las grandes, junto a Poe y Whitman, Dickinson creó un mundo poético en un entorno social y geográficamente minúsculo.
La sóla deambulación por los campos primaverales genera sosiego y asombro. Dos sensaciones que pudieran ser antagonistas: en una se perspira tranquilidad; en la otra excitación y sorpresa. En su pequeño gran universo, Dickinson genera poemas que emanan de un ciclo estacional, de una vuelta de tuerca circadiana, circular, mántrica.
Para los que se encuentran en NYC, es una cita a no perder.
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