Los ballets rusos de Diaghilev

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En alguna oportunidad en la que he ido a Venezia con mi padre, hemos visitado el cementerio di San Michele, para que  él le rinda su pequeña ofrenda a Stravinsky, silbando un fragmento de Petrushka. Cerca de allí,  merodeando  entre tanto epitafio, flores secas y espíritus que habitan eternamente aquella isla, hay una tumba que siempre llamó mi atención. En ella, un par de zapatillas de ballet delicadamente apoyadas sobre la piedra recuerdan el lugar donde Seguéi Pavlovich Diáguilev , enterrado en 1929.  Su amigo de una vida, Stravinsky- fallecido en New York en 1971-  pidió ser enterrado cerca de su amigo.

Aquel silbido lento y melodioso del Petrushka es en realidad un tributo a ambos. Dos amigos que se unieron eternamente a través de aquella trilogía: Petrushka, El Pájaro de Fuego y la Consagración de la Primavera.


El recuerdo me ha venido porque tuvimos la oportunidad de visitar la exposición » Los Ballets Rusos de Diaghilev 1909/1929: cuando el arte baila con la música», en el caixa Forum de Barcelona.

No dejo de asombrarme lo brillante que puede resultar ser la labor de unos curadores. En este caso, han montado más que una exposición, un túnel del tiempo, un trayecto en penumbras por un corredor que nos permitió ver como quien mira a través del ojo de la puerta, fragmentos de la vida de Diaghilev, el enfant terrible de la danza: sus influencias,sus amores, sus colaboradores y amigos de aventuras artísticas, el impacto en la danza española. El todo utilizando los trajes de los ballets.

Me meto que mis fotos no quedaron como hubiese deseado pero las cuelgo para que puedan entender la emoción de ver trajes diseñados por Picasso, De Chirico; fotos de Nijinski, carteles de los ballets realizados en el gran Teatre del Liceu.  Por no mencionar las actividades en torno a la exposición: conferencias sobre coreografía, danza, ballet.

Una verdadera inmersión en una época en la que confluyeron grandes nombres de la cultura, unos años que dejan la sensación de haber sido únicos por su esplendor, por su gran creatividad y por su trascendencia.

Las exposiciones del Caixa Forum suelen ser itinerantes. Intenten no perdérsela.