Los capiteles historiados de Sitges

Hay historias que se cuentan en las piedras. A veces un simple canto rodado narra con sus redondeces  los miles de impactos sufridos por mares lejanos; cada marca en la  piedra de Rosetta nos trasporta al Sahara, nos hace viajar por un Nilo con barcos donde podía hablarse griego o egipcio; los signos en las esquinas de las piedras que conforman una sólida iglesia románica sobre una colina nos indica que en algún momento ésta fue desmontada pieza por pieza para salvarla de ser sumergida en un pantano.

En una reciente visita a Sitges, pequeña ciudadela marítima de aires bohemios al sur de Barcelona y a la que he ido muchas veces noté por primera vez -en una de sus fachadas mas emblemáticas- unos capiteles del siglo XIX de franca inspiración románica. Capiteles historiados, como los que se usaron para narrar tantas historias en la Edad Media sólo que ahora los hombrecitos esculpidos visten trajes, ropa de obreros, albañiles, campesinos. Hay plantas de vid, hay escenas de baile y hay  ..osos. El trabajo de un artista con fuertes añoranzas de pasados mejores, un medievalista de convicción.

Descubrir estas pétreas historias llenas de vida y movimiento en un lugar tantas veces transitado me reafirmó que hay lugares que siempre se visitan por primera vez, no importa cuantas veces se vaya a ellos.