Visitando el recién inaugurado museo del diseño en Barcelona, encontramos unas salas en el penúltimo nivel dedicadas a la historia del traje ( Desde el Siglo XV hasta la actualidad).

Es mas bien la historia del traje femenino que transcurre entre tafetanes y encajes, miriñaques, crinolinas y armadores, crines y polisónes, faldellines, guardainfantes y tontillos… Unos trajes que generan admiración y otros horror: cinturas de menos de 30 cm que impedían respirar con normalidad, causando desmayos frecuentes, dolores intensos. Recuerdan las zapatillas de las geishas, que deformaban los pies de por vida, generando dolores e incapacidad para deambular adecuadamente.

No parece existir una historia del traje masculino. Parecería que al hombre no lo sometieron a los mismos suplicios.

La colección es admirable y hay modelos de trajes realmente hermosos. Es un viaje en el tiempo entre hilos, es un pespunteado  por la historia de la mujer.