Otro libro de las listas

81311_szalenstwo-katalogowania_200El tema de las listas es recurrente: hacemos listas todo el tiempo mientras otros se ocupan de clasificarlas (https://paolapasquali.com/?p=249). Le toca el turno a Umberto Eco quien ha publicado su libro sobre el tema que  aparecerá en los próximos días en español.

Manuel Rodriguez Rivero.  Sillón de Orejas

Babelia, El País

Listas

Seguramente el mundo cabría en una sola lista imposible. Pero también es verdad que el número de listas posibles es infinito. Desde el principio, la pasión por enumerar, de la que surge toda taxonomía, ha sido una constante de la humanidad. Las primeras muestras de escritura son las tablillas mesopotámicas en que se consignan las existencias de los almacenes reales. Cuando Moisés baja de entrevistarse con Dios trae consigo la lista de los mandamientos (10). Y Homero funda con el catálogo de las naves aqueas (1.186, por cierto) de la Iliada una lista imprescindible en todo relato bélico: la de los respectivos poderes de los contendientes. Existen listas para todo: desde inventarios de posesiones hasta catálogos aleatorios de caprichos. Hay listas de verificación, listas de compras, listas negras, listas tontas. Hay listas verticales y horizontales. Listas de ingredientes de una receta, listas de personas enterradas en fosas comunes (aquí y en Pekín), de regalos navideños, de las mejores (pocas) y de las peores novelas españolas de 2009. Hay listas que son nóminas y otras que enumeran los componentes de un equipo (por ejemplo, el de quienes hacemos, por ahora, este periódico). Umberto Eco, nombrado comisario «en residencia» del Louvre para los dos últimos meses de este año que ya se acaba, lo sabe. Su libro El vértigo de las listas (Lumen, a la venta el día 13) es un intento de explicar esas muestra tozudas y persistentes de la pasión humana por clasificar. Es decir, por entender el mundo. Un libro inteligente, apasionante, divertido. Y, sobre todo, una excelente lista para comprender las listas