Si tuviera que usar una definición inspirada en Italo Calvino, tendría que decir que Roma es una ciudad que cada vez que se visita se hace por primera vez. Se la ve horizontalmente, simplemente observando lo que esta a la vista . Se la visita por estratos: etapa etrusca, romana, medieval, barroca, neoclásica… Se visitan sus museos una y otra vez y pareciera que nunca los habíamos visto antes.
Esta continuamente reinventándose de modo que lo que creíamos ya visto puedo no existir o lucir mejor o estar deteriorado.
En esta oportunidad inicié mi visita con el Ara Pacis Augustae, un monumento construido en época del emperador Augusto para conmemorar sus victorias en Galia e Hispania. Por su cercanía al río, el monumento quedo pronto tapado y olvidado. Rescatado y restaurado, se le construyó una hermoso espacio ( a cargo del arquitecto norteamericano Richard Meier, el mismo responsable del museo de arte contemporáneo de Barcelona) que lo cobija y protege de la contaminación y daños ambientales ( le mantiene, entre otras, una temperatura constante).
Los frisos del Ara Pacis parecen fotogramas. Son tan ricos en detalles que por momentos pareciera estar viendo un instante de un día festivo en la Antigua Roma.
Las salas inferiores del museo se usan para exposiciones temporales. En esta oportunidad, estaba Sebastião Salgado, para mi unos de los mejores fotógrafos existentes. He tenido oportunidad de ver su trabajo de Migraciones y el de Trabajadores, ambos dramáticos y sobrecogedores.
Esta nueva exposición se llama Genesis y las fotos fueron tomadas en los 5 continentes. Es un canto a la naturaleza y un llamado a la humanidad a que protejamos el medio ambiente.
Son imágenes de la naturaleza y de grupos humanos minoritarios e indígenas. Las fotos son impactantes ( siento hacerle un flaco favor colocando mis fotos de sus fotos…). Le dedica, entre los paisajes mas hermosos seleccionados por él, 5- 6 fotos a la Gran Sabana venezolana. En la tienda del museo vendían un catálogo para coleccionistas que venía presentado en una caja de madera. El libro era de poco menos de un metro de alto. La primera foto: el Salto Ángel.
Con el alma llena de regocijo me fui a pasear por las calles romanas. Topé con la Iglesia de San Luigi dei Francesi (1518), fundada por Giulio de Medici pero consagrada por Caterina de Medici en 1589 como St Louis des Français. En ella, en una capilla dedicada a San Mateo, hay 3 Caravaggio . Es un pintor que no deja nunca de sorprender. En el cuadro de la pared derecha (La Vocación de San Mateo), pinta a los personajes con vestimenta del momento. Cristo es un jovencito , San Mateo un barbudo. Una escena de taberna, muy al estilo del Caravaggio. Una delicia.
Me voy a mi hotel pasando por el Panteón y disfrutando del clima tibio de esta ciudad que visito por primera vez … este año.