La Paloma
Por Rafael Alberti
Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte, fue al sur.
Creyó que el trigo era agua.Se equivocaba.
Creyó que el mar el cielo;
que la noche, la manaña.
Se equivocaba.
Que las estrellas, rocio;
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa,
que tu corazón, su casa.
Se equivocaba.
(Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama)
Este viaje nos llevó por la ciudad eterna, la ciudad de las mil caras, de las incontables bocacalles, de los centenares de estratos, de los numerosos estilos. La villa donde lo moderno y lo antiguo se confunden, donde un Caravaggio está a pocos metros de Zara.
Es un lugar donde la historia puede iniciar en el barroco y terminar en época romana. Donde una visita nocturna al Castel Sant Angelo en busca de las huellas de Tosca pueden acabar en una terraza escuchando jazz contemporáneo.
En esta oportunidad, sustituímos los Museos Vaticanos por una increíble retrospectiva de Warhol y las catacumbas fueron canjeadas por la mejor de las retrospectiva de Frida Kahlo. Una Frida no aterradora sino humana, asequible, humana, contradictoria y cuya despedida se enmarcaba en un poema de Alberti. Una paloma mas para Roma.
En esta ciudad, cada piedra es una historia y cada historia se convierte en una roca imperecedera.
Regresaré para encontrar callejuelas y plazas nunca vistas aún si las he visitado en el pasado; conoceré históricos museos de arte contemporáneo y caminaré por calzadas romanas recién inauguradas.
Así es Roma…